Muchos/as de nosotros/as estamos ya bastante cansados/as del ruido constante que hay en la biblioteca de nuestra facultad. Pero de poco sirve, teniendo en cuenta que la mayoría entra por la puerta hablando a voces, se sientan y comienzan a "susurrar" (y eso con suerte, que también hay quien se siente como en su casa y habla igual de alto que cuando entró por la puerta), se habla por tlf. sin problema (¿para qué molestarse en salir?) y por último, la maravillosa sala de trabajo, a la que deberían cambiarle nombre y llamarla "sala de gritos", porque ahí dentro no trabaja ni Dios, y aunque quisiera, no podría.
Y lo más absurdo es que todo esto suceda en nuestra facultad.
Parece ser que precisamente en esta facultad, es donde más falta hace la educación, porque brilla por su ausencia.
Propongo que se le cambie el nombre a la biblioteca, y se llame "Cafeteria 2", o cualquier nombre más ingenioso, cualquiera, menos biblioteca.
Una queja más que quedará en el aire.