sábado, 5 de febrero de 2011

Descubriendo Nunca Jamás


Después de ver esta película, solo puedo decir, que no hay nada más maravilloso que un niño.
Pero no voy a hablar de cine.
Voy a hablar de niños. De su magia. De su talento. De su creatividad.
¿Dónde queda eso en nuestro sistema educativo?

Se sobrevaloran las capacidades intelectuales y se infravaloran los sentidos.
La educación debería partir del talento natural de cada niño, y no de la eliminación de su creatividad.
A través de transformación de la educación se puede lograr un cambio en la sociedad: no podemos guiar a las personas sólo a través de la razón, sino a través de los sentimientos, ya que es la única manera a través de la cual se puede terminar con el conformismo reinante en la sociedad actual, la única manera a través de la cual todos pasarán del pensamiento a la acción.
Fomentar en el hombre una unión de su sensibilidad y su razón, como idea de plenitud humana, para que la educación pase de ser un deber a ser un derecho deseado por todos (en la actualidad, rechazado por muchos, o entendido como una carga, una obligación indeseada.)
El niño, en una permanente interacción consigo mismo, debe manifestar sus sensaciones, sentimientos y emociones, para desarrollar la imaginación y el gusto estético. La expresión de los lenguajes artísticos desde la infancia, alejará la rigidez, el tecnicismo y la frialdad que rodean la enseñanza de hoy en día, y alejan paulatinamente a los sujetos de la misma, para convertirla en una educación atractiva para todos, un proceso de enseñanza aprendizaje real, basado en los intereses y emociones de las personas que componen el sistema educativo. No sólo deben ser educados los niños, sino principalmente los propios educadores. Se supone que un profesor es una persona que ha alcanzado un desarrollo integral como para poder educar a otras personas, y no convertirse en una máquina de transmitir información. Si un profesor quiere transmitir valores a sus alumnos, y que realmente lleguen, primero debe alcanzarlos el mismo, y luego transmitirlos.

Esta película trata sobre la vida del autor de Peter Pan, y su inspiración: la imaginación de un niño.
Todo existe, sólo hay que creer.
Eso es lo que nos queda a los que soñamos con una educación para las personas, y no para las desigualdades y la segregación de la sociedad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado esta entrada! refleja perfectamente lo que muchas veces se olvida, el talento propio de los niños, que quizás quede aprisionado por "profesionales" docentes. como dices, un niño es maravilloso, y es precioso ver como un niño puede llegar a tener una imaginación tan grande y tan poderosa.